martes, 23 de agosto de 2016

Te odio

   Te odio... Te odio por conocerte con 19 años. Te odio por haber sido mi primer novio, te odio por tener que haberte aguantado 15 años. Te odio... 15 años sufriendo vejaciones verbales, te odio por hacerme sentir una puta mierda, fea, gorda, inútil. Te odio por haberme quitado a mis hijos, te odio por sentir odio. Pero sobre todo me odio a mi misma por permitir esto.

domingo, 21 de agosto de 2016

Sin saber quién soy.

Ella quiso cumplir las expectativas de tod@s. Pasaron los años y cada un@ eligió su destino, cada un@ cumplió sus propias expectativas. ¿y ahora qué? ¿quién era ella en realidad? ¿su padre, madre, amigo, amiga, hermano, hermana ? Ni ella lo sabia ya, y quizás nunca lo sabría. O quizás algún dia descubriría quien es, pero quizás será demasiado tarde.

jueves, 18 de agosto de 2016


Y ella pensaba que cuando se casaran, él cambiaría. Y ella  pensaba que cuando tuvieran un hijo, él cambiaría. Y ella pensaba que si tenian otro niño, él cambiaría. Y ella creía que por dejar su trabajo y dedicarse a él, él cambiaría. Y ella creía que por dejar a sus amigos, él cambiaría. Y ella creía que por dejar a su familia, él cambiaría. Al final, ella se dio cuenta de que la única que había cambiado, era ella.
   Tic...tac...tic...tac.. Los segundos pasan, los minutos pasan, las horas, los días, lo años... ¡Y nos creemos inmortales! Creemos que vamos a durar muchos años. Hacemos planes para mañana, para el año que viene, para cuando nos jubilemos, para las vacaciones... y malgastamos el día a día, el segundo, el minuto, las horas, los días, los años... No sabemos valorar lo que tenemos, a la persona que tenemos al lado, a los que nos cuidan, a los que se preocupan de nosotros, no. Valoramos el pasado, a la persona que quisimos, a las personas que cuidamos, por las personas que nos preocupamos, pero eso es PASADO. Al no valorar lo que tenemos, no disfrutamos del momento, disfrutamos de ese pasado que no volverá, que pasado está. Valoramos el mañana, cuando tengamos más dinero, que nunca tendremos. Valorando al amor de nuestra vida que llegará, y nunca llega. Valorando esas vacaciones que quizás nunca puedas disfrutar. Porque lo único que tenemos seguro es el presente, el segundo a segundo que deberíamos disfrutar. Que no lo valoramos, pero es lo único que tenemos seguro. ¿Qué momentos has vivido con más intensidad? Seguro que son los no planeados, los que salen en el momento. Los que dices: "vaya lo bien que lo estoy pasando sin haberlo planeado". Son los mejores. Vive el momento y no dejes nada para el futuro, porque el futuro es ya. Cuando hayas leído este post, el principio ya será pasado.

martes, 9 de agosto de 2016



 Mirando hacia atrás, vemos lo que vamos dejando, lo bueno, lo no tan bueno, lo malo, lo no tan malo. Siempre te dicen que no te arrepientas de lo que has hecho, que de todo se aprende. Que saques lo positivo de cada cosa, que no te quedes con lo negativo. Que mires hacia adelante. Que cuando aprendas a no mirar hacia atrás, toda tu vida cambiará. Que nadie se merece que sufras por él o ella. Que eres únic@, irremplazable. Que cuando recuerdes lo malo y no llores, habrás sanado tus heridas interiores. Pero esa no es la realidad. La realidad es que por cualquier pequeño motivo, vuelven esas heridas a sangrar y tardan mucho en cicatrizar, pero nunca del todo. Es impensable, que las personas que más deberían quererte en este mundo son las que más daño te puedan hacer gratuitamente. Es impensable que para lo que has luchado toda la vida, por lo que te has sacrificado, por lo que has trabajado, por lo que has dejado de hacer cosas, por lo que has dejado de vivir, para darles vida, por lo que te has abandonado para que vivan mejor no lo valoren. Pero así es la vida, es lo que dicen también. Sobrevaloramos lo que nos enseñan desde pequeños. Cásate, ten hijos, esfuérzate en tu trabajo, la casa como una patena debes tener, debes ser una supermadreesposatrabajadoraamantelimpiadorahijaejemplarorganizadorasuputamadreamen. Si no cumples esas expectativas impuestas por la sociedad y familia eres una puta mierda. Y ya se encargarán de hacértelo creer si ya no te lo crees por ti misma. Porque es así y punto. Cada día admiro más a esas personas que pasan de casi todo. Que van a su bola, que piensan en ellas mismas, que no hacen daño a nadie, sólo a esas personas que ven que no cumple sus expectativas, pero son SUS expectativas, no las tuyas. Yo soy yo. No soy ni mis padres, ni mis hijos, ni mis familiares, ni mi marido, ni mis conocidos. Soy única e intransferible. Ni mejor ni peor que nadie, sólo yo. Con mis miles de defectos, con mis decenas de virtudes.